ORÍGENES
Al término de la segunda guerra mundial, los científicos y la tecnología de los cohetes de los alemanes pasaron a manos de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, en este mismo instante se abrió la posibilidad de una competencia de contornos dramáticos entre estas dos naciones para lograr la supremacía. El enfrentamiento de estas potencias se desarrolló gracias a varios factores, como la política, entendiendo como sistema de gobierno e ideologías políticas distintas; orgullo nacional y el significado del espacio desde el punto de vista militar. Todo esto enmarcado en un ambiente de tensión mundial, que llamamos Guerra Fría. Esta guerra se produjo en el siglo XX, desde 1948 hasta el fin de la URSS, entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y fue la originaria de la segunda guerra mundial. Fue así, como los proyectos de viajes espaciales se convirtieron en materias de primera prioridad. Los organismos internos de ambas potencias, sus fuerzas armada, sus pueblos y sobre todo sus científicos, se dedicaron, exclusivamente, a los temas relacionados con la conquista del espacio.
Los primeros científicos que empezaron a hablar de cohetes, como vehículos espaciales, fueron los alemanes Werner Von Braun y Donberger que fueron los que crearon el cohete de combustible líquido V2, misil que podía lanzar una carga de una tonelada a una distancia de 320 km.
Cuando Alemania llegó a la ruina, Estados Unidos y Rusia, desmantelaron los cuarteles enemigos, llevando se todo lo que necesitaban, para el avance científico. Gracias a esto Estados unidos se apoderó de archivos secretos de 13 años de Von Broun, esto hizo que este se fuera a Norteamérica con más de 500 miembros de personal y con su familia, para proseguir sus investigaciones.
Por su parte, la Unión Soviética, comenzaba a elaborar satélites con la ayuda de seis mil alemanes, capturados, junto a ingenieros soviéticos. El principal científico de este país, fue Friedrich Tsander, quién al morir entregó el liderazgo a Serguei Karoliov, personaje que se preocupó de llevar a cabo el programa espacial de su nación.
PRIMERAS MÁQUINAS Y COHETES
SATÉLITES
En la mañana del 4 de Octubre de 1957 el mundo recibió una de las noticias más impactantes del siglo XX: por primera vez en la historia de nuestra civilización se logró enviar un artefacto al espacio exterior. El nombre del aparato enviado era Sputnik I que se convirtió en el primer satélite artificial creado por la humanidad. Lo increíble era que dicho satélite alcanzaba a duras penas el tamaño de un balón de baloncesto, y pesaba solo 183 libras, alcanzando una órbita elíptica alrededor de la Tierra en 98 minutos.
El impacto que tuvo el Sputnik I sobre el desarrollo tecnológico en el resto del siglo XX es más que importante: se inició la carrera por el espacio que tendría su culminación a fines de la década de los 80´s. La entonces Unión Soviética había vencido a los Estados Unidos de Norteamérica en la lucha por colocar el primer satélite artificial, ahora la meta era ver quién colocaba al primer ser vivo en el espacio.
Después de esto apareció una lucha entre dos grandes potencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Dicha lucha implicaba aspectos políticos, económicos, culturales, deportivos y militares. Precisamente, luego del desarrollo de las bombas atómicas el poseer un satélite artificial implicaba tener la posibilidad de lanzamientos de misiles aire - tierra desde satélites artificiales, el Sputnik I creó en los países occidentales el temor creciente de una guerra nuclear sin escalas desde el cielo. Más tarde, la Unión Soviética, enviaron el segundo satélite artificial: el Sputnik 2 que llevaba un ser vivo, una perra llamada Laika.
Más tarde, nuestro país, puso en órbita su primer satélite, el Intasat. Desde entonces han sido otros cinco pájaros los que hemos lanzado al espacio. A principios de los 90 fueron los dos primeros Hispasat, a los que se dio una aplicación comercial que, entre otras cosas, permite ver partidos de fútbol de cualquier ciudad española en el punto del planeta que se quiera. El siguiente lo hicieron profesores y alumnos de la universidad politécnica de Madrid, al que siguió el Minisat 01 y, hace menos de un año, el último Hispasat.
COHETES
La tecnología necesaria para la exploración espacial estuvo disponible con la construcción de los primeros cohetes. Permiten poner en órbita satélites artificiales para estudio tanto de la Tierra como del espacio exterior. También permiten el envío de astronautas al espacio exterior. Desde los antiguos chinos, que inventaron la pólvora, se hacen experimentos con cohetes.
Pero fueron Pedro Paulet (Perú), Robert Hutchings Goddard (EE.UU.), Konstantin Tsiolkovsky (Rusia) y Hermann Oberth (Alemania) los pioneros en la concepción de cohetes. Estos científicos hicieron que la ciencia astronáutica diese sus primeros pasos.
Pedro Paulet diseñó y construyó el primer motor cohete en 1897. El motor pesaba 2.5 kilogramos, tenía un empuje de 200 libras, experimentaba 300 explosiones por minuto y estaba impulsado por combustible de propelente líquido; un componente formado por peróxido de nitrógeno y gasolina.
El primer cohete de carburante líquido por Goddard y lanzado en 1926, cerca de Auburn en Massachusetts
y se llamaba Nell que alcanzó una altitud de 12,5 metros en un vuelo que duró unos 2 segundos. Este cohete media 3 metros de altura. Para que pudiera conseguir un vuelo estable sin necesidad de aletas, el pesado motor estaba situado en la parte superior, alimentado por líneas que salían desde los depósitos de combustible llenos de óxido líquido y de gasolina, localizados en la parte inferior del cohete.
Uno de los primeros cohete de carburante sólido fueron los V2 creados por el ejercito alemán y fue un arma de amenaza. Debido a que estos misiles volaban mucho más rápidos y más altos que cualquier aeroplano, los británicos no tenían forma de interceptarlos t bombardear sus bases de lanzamiento, ya que los V2 usaban lanzaderas móviles.
Y el primer cohete con un ser humano fue la nave Vostok 1, creada por la Unión soviética y tripulada por Yuri Gagarin. Este cohete hizo, con Yuri Gagarin, un vuelo que coonsistía en una sola órbita a la Tierra a una altitud de 315 km. La carga de la nave incluía equipamiento de soporte vital, radio y televisión para monitorizar las condiciones del cosmonauta.
El vuelo fue totalmente automático pero Gagarin tenia un sobre con el código numeral por si tenía que tomar el control manual de la nave.
El modulo de equipamiento no se separó de la capsula al final de la misión, por algún problema técnico, y acabó probocando una situación crítica, al quemarse en la reentrada.
Haciendo que Gagarin terminara descendiendo en paracaidas.
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